Foto de Thomas Charters en Unsplash
Antes de leer el libro (todavía no lo termino), que da el título de esta entrada, pensé en escribirles (a quien sea que esté leyendo) acerca de una película que vi. La película se llama El barrio Chino protagonizada por Jack Nicolson, el que hizo la de El brillo, ya saben, esa de the REDRUM.
Pero el tal Tomas este me derrumbó los ánimos porque dice que un periodista, aunque yo no lo sea, que tiene una columna en el periódico si escribe acerca de una obra de teatro a la que asistió, o una película que vio, dicho periodista pues carece de ideas.
Entonces de qué les puedo hablar. Me pongo a pensar. ¿Qué tengo para ustedes?
Tal vez pueda escribirles acerca de la guerra, el tema de interés que mueve las noticias actualmente. Aunque se a declarado un alto al fuego de sesenta días. Igual que los aranceles, que estados unidos intenta establecer sobre sus países vecinos.
Podría hablarles de eso, claro, pero entonces solamente caería en aquello de pensar en lo que se me permite pensar.
¿Me explico?
Pero bueno, mejor hablar de otras cosas.
Entonces mientras estoy sentado en la cama, en este momento, pienso en qué podría contarles.
Pero no me viene nada a la cabeza.
¿Cómo hacen los periodistas para escribir artículos de 1500 palabras?
Pero confieso que antes de poner a escribir, tengo un momento de reflexión acerca de lo que voy a escribir. Pero como me suele suceder, a la hora de sentarme y ponerme a hacerlo, esas ideas se han ido. Iba con algo de un consejo de escritura.
Quizá, y por qué no, puedo compartir citas de libros que me han llegado a lo profundo.
Una escritora dijo: La meditación no tiene por qué dar resultados.
Un poeta, en uno de sus poemas: La interior llama infinita.
Pero a ver, se me ocurre una idea. ¿Qué nos diferencia de los animales? Poder hacer las cosas aunque nos causen miedo.