Al menos eso fue lo que pensé al leer un párrafo del libro que leo.
Este libro cuenta, entre otras historias, la de una mujer que se llamó Hipatia. Nacida en Alejandría en una fecha poco clara. Fue asesinada por hombres que no estaban de acuerdo a su pensar, no estaban de acuerdo en las cosas que decía. Entonces, qué hicieron estos hombres, tacharla de bruja y hereje. Los detalles de su asesinato se los ahorro, y que cada quién si les interesa esta mujer, esta filosofa, que la busque en google.
Al leer ese párrafo me dije a mi mismo, qué afortunado soy por poder decir todo lo que quiero.
Pero, al día siguiente escucho por la radio una noticia que me regresa del mundo infantil en el que me estaba acomodando. Un hombre es demandado por quince millones, al escribir algo que no debía decir.
En fin, de todas formas las cosas no están tan mal, ¿no?
Qué tenemos. Qué más queremos, cuando solamente por respirar ya hemos ganado todo.